A 11 años de creada la Fundación Programa de Alimentos Estratégicos (Fundaproal), ente adscrito a la Misión Alimentación, muchas historias contadas por voces femeninas pueden explicar y defender la premisa que la Revolución Bolivariana iniciada por el Comandante Eterno, Hugo Chávez, quien tuvo como protagonista principal a la mujer, entre ellas se encuentran las madres responsables y elaboradoras de las Casas de Alimentación.
Parte de estas historias son narradas por las madres fundadoras de dichas casas, quienes día a día se despiertan motivadas a proteger a quien más los requiere. Tal es el caso de Matilde Reyes, de 93 años, habitante de la parroquia Petare, en Caracas, quien comentó “me siento orgullosa de ayudar a la comunidad con un plato de comida, es bonito cuando servimos al prójimo como dice nuestro señor Dios en la Biblia” destacó Matilde Reyes.
Luego de 11 años como madre responsable en esa comunidad, recuerda que empezó con 150 beneficiarios “desde ese mismo momento me pareció muy bonita la idea del presidente Chávez de preocuparse por las personas más necesitadas; antes había más pobreza y gracias a esto, la cosa cambió, por eso digo que las Casas de Alimentación son una bendición porque muchas personas no tenían que comer”.
Lo que explica Matilde, fue verificado por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), organismo que ha reconocido mundialmente los esfuerzos de Venezuela en disminuir el índice de pobreza extrema y desnutrición, “yo en mis inicios atendí niños en edad escolar que ahora ya no asisten a las Casas de Alimentación, porque sus madres ahora pueden darle sus tres platos de comida diarios”, apuntó.
Asimismo, Sonia Ortega, quien tiene más de una década años como madre elaboradora en la comunidad Sabanita Bajo del sector La Loma del kilometro 16 de El Junquito, al igual que Reyes se inició con 150 beneficiarios y en la actualidad tienen 47 lo que explica que en esa localidad ha disminuido considerablemente la pobreza extrema.
“Este programa arrancó gracias al Comandante Hugo Chávez que siempre pensó en el bienestar de los pobres, él tuvo que trabajar mucho desde joven y sabía muy bien que es pasar necesidad y no quería que eso sucediera al pueblo siendo él Presidente,” sentenció Ortega.
Para Ortega su mejor motivación es trabajar por los niños, niñas y adolescente, y las personas con discapacidad y la comunidad tiene que buscar la mayor suma de felicidad posible para su desarrollo como seres humanos.
Alega estar feliz y orgullosa de pertenecer a la familia de Fundaproal, porque son hombres y mujeres que trabajan desde el corazón por la reivindicación de los derechos fundamentales y humanos de los venezolanos “y eso es el norte de cualquier revolucionario, ayudar al prójimo, tal cual lo hace nuestro presidente Nicolás Maduro a pesar de la guerra económica que han emprendido contra la Revolución Bolivariana”.
Finalmente manifestó que le alegra mucho cuando la visitan algunos de los beneficiarios que lograron superar la pobreza extrema, y que ya están insertos en la producción nacional, “para mí este cambio que realizó Fundaproal en lo productivo es beneficioso, porque no solamente le brindan un plato de comida a quien más lo necesita, sino que a través de las Bases de Misiones Socialistas les entregan los conocimientos para que sean independientes y se inserten a la economía de la Nación”.
Prensa Fundaproal/ AP